viernes, 30 de julio de 2010

NIÑOS AZULES o NIÑOS ÍNDIGOS

Se habla de una rara especie humana que está naciendo sobre la tierra en cantidad. No es azul el color de su sangre pero sí viene rodeada de una aureola -que los más evolucionados pueden percibir, y que es un campo energético- de color azul. Son los llamados “niños índigo”. Definición del diccionario: Índigo: “polvo microcristalino azul intenso”.


fuente: formarse.com

Nuevos Seres de Luz están poblando la Tierra con un alto potencial intelectual y una nueva conciencia interna. Estos niños vienen con la misión de romper los antiguos esquemas sociales que atan a la humanidad para lograr mediante la transformación de la humanidad abolir la infelicidad en la Tierra.

Desgraciadamente, este tema aunque no es nuevo, permanece todavía oculto ante los ojos de la generalidad de la gente. Nosotros creemos que es necesario conocer la esencia de estos niños, para estar a la altura de las circunstancias y no obstaculizar su proceso de evolución y el cumplimiento de su misión. Como padres, guías y maestros, podemos colaborar en esta bellísima labor.

Al tratar con niños de una nueva conciencia, los adultos nos veremos obligados a cambiar los antiguos patrones educacionales para darles a nuestros niños la libertad de expresión y de acción que mueve su alma, su esencia y su corazón.


Nuevos Niños, Nuevos Hombres

Una nueva raza humana, más sensible y democrática, menos autoritaria y manipuladora, ya comienza a poblar el Planeta. Se trata de seres especiales aunque tan terrenales como sus padres. Solo que, a diferencia de estos, traen consigo la tarea de propulsar cambios en la humanidad.

Bautizados como Niños Indigo, estos muchachos tienen la capacidad de ver mas allá de los espectros de la Luz, escuchar todo tipo de sonidos, incluso su propio fluido sanguíneo, y denotan una destacada hipersensibilidad táctil. "Los Niños índigo, como su nombre lo sugiere, no son Niños azules, sino que se les denomina así porque su aura, o campo energético, tiende a reflejarse dentro de los colores añiles, azules, manifestando la utilización de centros energéticos superiores", asegura Maria Dolores Paoli, especialista en Psicoespiritualidad.

Es por esto que se les adjudican grandes dosis de intuición, que se demuestra en el desarrollo de la telepatía, cualidades para predecir el futuro, y hasta reconocer la presencia de seres etéreos como hadas y duendes a su alrededor. Además, algunos menores llegan al mundo con el don de la sanación.

Pero, por qué vienen al planeta Tierra?

La Psicoespiritualidad es un concepto relativamente nuevo, que se refiere a la psicología transpersonal, donde se unen el conocimiento del Ego con el conocimiento del alma. Y según Paoli, la llegada de estos "nuevos hombres" no es casualidad, sino que tienen una tarea muy específica por delante. "Porque son puentes entre la tercera y cuarta dimensión, y el verdadero cambio lo activan en la familia, en el hogar", señala.

A juicio de la especialista, estos niños llegan al planeta con la misión de aumentar la rata vibratoria, y poseen mejores condiciones biológicas para manejar las impurezas creadas por el hombre, incluso un potencial de cambio en su ADN.

"Científicamente ya tenemos confirmación del cambio que aportan estos chicos, manifestándose en la activación de 4 códigos más en el ADN. Lo normal en los humanos es tener 4 núcleos que, combinados en sets de 3, producen 64 patrones diferentes, llamados códigos. Los humanos tenemos 20 de esos códigos activados que proporcionan toda la información genética. Exceptuando 3 códigos, que son los códigos de arrancar y parar como si fuese una computadora", añade la especialista venezolana.

Hasta ahora la ciencia ha considerado a estos códigos desactivados con programas remotos que hoy en día no necesitamos. Pero aparentemente los niños índigos nacen con un potencial de activación de cuatro códigos más, que se denota en un claro fortalecimiento del sistema inmunológico.

Esto ha quedado demostrado en estudios realizados en la Universidad de California (UCLA). Algunos de estos experimentos han consistido en mezclar células de niños índigos con dosis letales de virus de Sida y con células cancerosas, que no tuvieron efecto alguno en las células de los infantes. "La conclusión es que estos pequeños vienen con un sistema inmunológico fortalecido, manifestando inmunidad a las enfermedades".

Para la especialista, los Niños Indigo (termino reconocido a nivel internacional) nacen en cualquier clase socioeconómica y se caracterizan, básicamente, por poseer un nuevo estado de conciencia.

Sin embargo, destaca Paoli, ciertos rasgos físicos distinguen a los niños azulados del nuevo mundo: "Son más delgados, tienen ojos grandes, ligeramente abultado el lóbulo frontal, por lo general zurdos o ambidiestros. Comen poco, e incluso, algunos son vegetarianos por no soportar la carne", añade.

Y es que, según estima Paoli, en 1999 esta nueva raza ya abarcaba el 80% de la población infantil mundial, por lo general en querubines menores de diez años de edad.

De acuerdo a Paoli, la crianza y los valores que se transmitan a los niños de la actualidad, requiere de parte de padres y especialistas una revisión. Y para ello hay que tomar en cuenta, ante todo, que las criaturas de la Nueva Era no aceptan la imposición ni la autoridad, rechazan la manipulación, la inautenticidad y la deshonestidad. Tampoco aceptan los viejos trucos de la disciplina basados en crear temor y culpa.

"A estos pequeños seres les gusta ser tratados y honrados como individuos" apunta Paoli en su Material de Apoyo para la Educación de los Niños del Futuro. Por ello la especialista considera que la crianza emocional debe basarse en la visibilidad y transparencia.

"A los los niños índigo no se les debe avergonzar ni culparlos, mentirles ni gritarles. Por el contrario, hay que preservarles la autoestima. Se les debe brindar la posibilidad de elegir y, al mismo tiempo, evitar la comparación. Deben recibir disciplina sin emoción", agrega la psicóloga.

Otras características importantes para la crianza emocional de los infantes es estimular su excelencia, mas no la competencia entre individuos. Y, además, involucrar el buen humor. Según Paoli, existen palabras claves durante el proceso de enseñanza de los pequeñines, de acuerdo a su edad biológica, basados en las Siete Leyes Espirituales para los Padres. Por ejemplo:

Hasta el primer año de vida: los vocablos esenciales son amor, afecto y atención. "A los bebes hay que tocarlos, abrazarlos, proveerles mucha seguridad y, además, jugar con ellos", explica.

Entre el primer y segundo año: Hay que resaltar los términos libertad, respeto y estimulo. "Durante esta etapa se prueba el desapego a los padres. No hay que condicionarlos a travás del temor. Hay que evitar que el niño conecte el dolor como sinónimo de malo, de debilidad. Si así fuese no habría espacio para el crecimiento espiritual", afirma Paoli.

Entre los 2 y 5 años: Merecimiento, explorar y aprobar, son las palabras claves, época de transición entre el Yo Soy y el Yo puedo. "Si le reprimimos el sentirse poderoso no se lograra que sea un adulto capaz de enfrentar cualquier reto", enfatiza la especialista.

Entre los 5 y 8 años: el niño ya asimila conceptos más abstractos. Por ello hay que manejar los términos dar, compartir, aceptación, verdad y no juzgar. "A ellos les encanta compartir cuando sienten amor. Si se les enseña que para dar tienen que perder algo, entonces no aprenden el verdadero significado de dar. En cuanto a la verdad, deben aprender que va acompañada de un sentimiento agradable y no como antesala a un problema, en caso de ocultarla".

Entre los 8 y 12 años: El niño ahora convertido adolescente, requiere que los padres manejen términos como la experiencia, la responsabilidad y el estar alerta. "Los que aprendieron las lecciones de la crianza espiritual, entonces reflejarán la confianza de sus padres. De lo contrario, se encontrara confuso, cederá a las presiones amistosas y buscará experiencias indiscriminadas".

De acuerdo a Paoli, los colegios y demás centros educativos, deben estar atentos para reconocer la presencia de niños índigos dentro de los salones escolares. A su juicio, estos particulares alumnos no funcionan con los métodos de enseñanza tradicionales. Por el contrario, "aprenden de forma reflexiva y participativa, mas no mediante la memorización. Por ello no extraña que a muchos de estos pequeñines se les califique como niños problemas, ya que se dispersan con gran facilidad durante las clases".


La Misión de un Niño Indigo

Los niños índigo son sanadores por excelencia, ellos tienen la capacidad de drenar, equilibrar y elevar la energía de quién lo rodea. La frecuencia vibratoria de estos niños, permite sanar utilizando solamente su energía. Al principio ellos "no saben" que pueden hacerlo, pero o tienen en conciencia, actúan instintivamente en ello, pudiera ser que tu menciones frente a un niño índigo de dos años de edad que te duele la cabeza, entonces el instintivamente te dice "¿te duele aquí?", dirige su manita a tu cabeza… y en unos segundos tu dolor desaparece. Esta faceta de sanación es una característica sobresaliente en los niños índigo, ya que todos son sanadores, sin excepción.

Un niño índigo viene a elevar la energía del planeta y de sus habitantes, son quienes ayudarán a trascender de nuestra tercera dimensión a la cuarta, para ello tienen que trabajar en el cambio de conciencia de los seres humanos que siguen actuando bajo normas, preceptos y estructuras ya caducas. Esto implica realizar cambios en todo el sistema, en la familia, la educación, las formas de gobierno, los valores, los roles, etc. Todo lo que por caduco estorba tanto para el desarrollo del ser humano, como para el planeta entero.

Esta filosofía o misión puede sonar bonito y hasta poético, pero no es una tarea fácil ni para los niños ni para los padres, que continuamente se verán sometidos al enfrentamiento de su propia realidad, desarrollándose una enorme confusión, sobre todo en la educación de los niños, ya que pocos estarán preparados para esto, solamente los padres de un niño índigo que tengan una conciencia diferente, un cierto grado de evolución, podrán hacerlo bien, ya que podrán comprender al niño, su misión y le ayudarán a llevarla a cabo sin obstaculizar.

¿Es su hijo un Niño Indigo?

Para descubrirlo, hágase estas preguntas:

1. ¿Vino su hijo al mundo con un sentido de realeza y actúa como tal?
2. ¿Tiene un sentimiento de merecer estar aquí y ahora?
3. ¿Tiene un evidente sentido de identidad?
4. ¿Tiene dificultades con la disciplina y la autoridad?
5. ¿Se rehúsa a hacer ciertas cosas que se le ordenan?
6. ¿Es para su hijo una tortura esperar haciendo colas?
7. ¿Se siente frustrado hacia sistemas estructurados y rutinarios que requieren poca creatividad?
8. ¿Encuentra mejores maneras de hacer las cosas que las que les sugieren en la casa o la escuela?
9. ¿Es su hijo un inconformista?
10. ¿Se rehúsa a responder a la manipulación o el manejo mediante el uso de la culpa?
11. ¿Se aburre fácilmente con las tareas que se le asignan?
12. ¿Tiene síntomas de Desorden de Atención o hiperactividad?
13. ¿Muestra capacidad intuitiva?
14. ¿Es particularmente creativo?
15. ¿Demuestra empatía o preocupación por los demás?
16. ¿Desarrollo pensamiento abstracto a muy temprana edad?
17. ¿Es muy inteligente y/o dotado?
18. ¿Ha descubierto su hijo la disposición a soñar despierto?
19. ¿Tiene su hijo una mirada profunda y sabia?
20. ¿Manifiesta pensamientos o conceptos espirituales con naturalidad?

Si Usted ha respondido afirmativamente a por lo menos 10 de estas preguntas, el o ella probablemente sea un Indigo. Si son más de 15 respuestas positivas, casi definitivamente lo es.

AZUL - DE RUBEN DARÍO



fuente: www.damisela.com

Víctor Hugo había manifestado “L'Art c'est l'azur” ( El arte es azul ) antes de AZUL... ser publicado. Darío, un ardiente admirador del autor francés, como muchos de los adolescentes amantes de la literatura en la América hispánica del momento, fue preguntado si el comentario había incitado el nombre de su libro. Darío afirmó su familiaridad con el uso de la palabra en otras obras pero por desgracia total desconocimiento de tan espléndida afirmación.

De acuerdo a Darío, las
cartas de crítica de Juan Valera definían cual era su intención, tal y como prueba el contexto del libro. Al surgir el nombre, el cielo y el océano estaban en sus pensamientos. La totalidad de la bóveda celeste, cubriendo de horizonte a horizonte, y su pureza, como cuando se encuentra libre de nubes, representaban sus ideas. La inmensidad de los mares, con sus misterios y encantos, fomentó su decisión.

EL AÑO LÍRICO, igual que la compilación de poesías en el libro, era el nombre que Darío había elegido para su libro. ¿Qué causó el cambio a AZUL...? ¡Todavía se discute! La razón que fuese, el comentario de Víctor Hugo o no, realmente no hizo diferencia. El contexto, especialmente la prosa, ya no era parte de la literatura española. AZUL... solidificó la revolución que ya estaba fermentándose en toda América Latina, llevando al mundo de la literatura hispánica al Modernismo.

AZUL... es una compilación de los escritos que Darío había realizado para La Epoca de Santiago de Chile durante los años 1886 al 1888. El libro se compone de dos secciones. La primera,
CUENTOS EN PROSA, contiene dos partes en si: historietas no relacionadas, en las que se destaca la nueva tendencia con gran claridad, y EN CHILE, donde “el poeta” narra sus experiencias durante su estancia en Chile. La segunda parte EL AÑO LÍRICO, se compone de exquisitas poesías que aunque aun románticas, se les notan las inquietudes innovadoras.

AZUL... fue editado tres veces durante la vida del autor. La primera edición fue publicada en Valparaíso, Chile por la Imprenta y Litografía Excélsior que terminó de imprimir el libro el 30 de julio de 1888. La segunda, más amplia incluyendo tres poemas en francés, se editó en la ciudad de Guatemala por la Imprenta de La Unión en 1890. La tercera, con el contenido reducido, en Buenos Aires por La Nación en 1905. El debate continua, ¿ es la segunda o la tercera edición la autoritaria ?


AZUL = CONCENSO

Fuente: www.elmundoenpositivo.com

“Todos los colores transmiten tabúes, códigos y prejuicios”.
El antropólogo francés Michel Pastoureau, dice que en Occidente el consenso está representado por el azul.
Es el único historiador del mundo capaz de contar con lujo de detalles las glorias y los eclipses, las pasiones y las ambigüedades de los colores.
Antropólogo, paleógrafo y medievalista, este francés fuera de lo común, nacido en París en 1947, ha dedicado su vida a estudiar la historia de la simbología occidental. Sus objetos de laboratorio preferidos son la heráldica, los animales y los colores. Está considerado la mayor autoridad mundial en la materia.

Director de cátedra en la Escuela Práctica de Altos Estudios, Pastoureau ha escrito una decena de libros. Azul, historia de un color; Negro, historia de un color, y Diccionario simbólico de los colores denuestro tiempo vendieron decenas de miles de ejemplares y conquistaron a especialistas y neófitos por su originalidad. Para el autor, es fácil de comprender: “Los colores no son anodinos. Cada uno conduce sentidos ocultos, códigos, tabúes, prejuicios a los que obedecemos sin saberlo y que pesan en nuestra vida cotidiana, nuestro lenguaje y hasta nuestra imaginación”, precisó a LA NACION en París.

Su aporte se enriquecerá a medida que aparezcan las tres obras que tiene en preparación: una historia del verde, un libro sobre el cuervo y otro sobre el “incolor”.

-Usted afirma que el azul es el color preferido de los occidentales.

-Desde que comenzaron las encuestas de opinión, por 1890, el azul es efectivamente el color preferido en Occidente, en todas partes, y sin diferencia de género. Naturalmente, esto no es así en otras culturas: los japoneses, por ejemplo, prefieren el rojo.

-Pero no siempre fue así?

-No. Durante mucho tiempo, el azul fue un color marginado. Está ausente de las pinturas rupestres neolíticas. En la antigüedad ni siquiera era considerado como un color. Sólo el rojo, el blanco y el negro tenían ese estatus.

-¿Por qué ese desamor?

-Una de las razones principales es que el azul es muy difícil de fabricar. Para los romanos era el color de los bárbaros, del extranjero. Los pueblos del Norte, como los germánicos, usaban el azul. Por entonces, los ojos azules en una mujer eran signo de mala vida. Para los hombres era una marca de ridículo. Cuando las lenguas románicas forjaron sus lenguajes sobre los colores, tuvieron que ir a buscarlos al germánico ( blau ) y al árabe ( azraq ). En griego antiguo, las palabras que lo designan son imprecisas: hay confusión entre el gris, el azul y el verde. En la Biblia tampoco existe el azul.

-Siendo que, en la actualidad, para los católicos, el azul es el color de la virgen María.

-Los textos bíblicos en hebreo, arameo y griego antiguo utilizaban pocas palabras para los colores. Hubo que esperar las traducciones en latín para que aparecieran. Donde el hebreo dice “rico”, el latín traduce “rojo”. Por “sucio”, el latín dirá “gris” o “negro”. A comienzos de la Edad Media, los textos litúrgicos católicos siguieron ignorando el azul. Todo cambió en el siglo XII porque, justamente, el Dios de los cristianos se transformó en un Dios de la luz. Y la luz es azul. Por primera vez en Occidente los cielos se pintan de azul. Antes eran negros, rojos, blancos o dorados.

-Y en ese momento aparece además el culto marial?

-Así es. Y como la Virgen habita los cielos?A partir del siglo XII se la viste con un manto azul.

-En su libro Azul… , usted afirma que hay además otra razón para ese cambio.

-En esa época, Occidente entró en un frenesí de clasificación. Había que ordenar, jerarquizar, sobre todo a los hombres: darles signos exteriores de identidad, códigos de reconocimiento social.

-¿Ese es el momento en que aparecen los blasones?

-Así es. También aparecieron los apellidos y las insignias de función. Con los tres colores tradicionales (blanco, negro y rojo), las combinaciones eran muy limitadas. Ese el momento en que el azul se transformó en cierto modo en el contrario del rojo. Y poco a poco se volverá el color preferido de Occidente.

-¿Cuál es la razón?

-Es un color consensual.

-¿Por eso todas las organizaciones internacionales lo han escogido para sus emblemas?

-Así es. Naciones Unidas, la Unión Europea? Aunque, en este caso, hay una segunda razón. Los fundadores de la UE -en su gran mayoría católicos- escogieron el color de la bandera como una evocación del manto de María, mientras que las estrellas simbolizan la corona de la Virgen.

-Ya que el azul es el color del consenso, ¿podríamos decir que el rojo es un auténtico color?

-Hablar del “color rojo” es casi un pleonasmo. Incluso en algunos idiomas, como en el español, su nombre significa tanto “rojo” como “coloreado”, pero también “bello”. En el sistema de simbolismos de la antigüedad, que giraba entre tres ejes, el blanco representaba en “incolor”, el negro lo sucio y el rojo era el color, el único digno de ese nombre.

-¿Y por qué?

-Desde la antigüedad, se admiraba el rojo, al que se le confiaban los atributos del poder, es decir, en el terreno de la religión y la guerra. El dios Marte, los centuriones romanos, ciertos sacerdotes, se vestían de rojo. Ese color se impuso porque evoca dos elementos omnipresentes en la historia de la humanidad: la sangre y el fuego.

-La antigüedad siempre tuvo debilidad por el negro.

-Era el color de la fertilidad. Se lo asociaba al negro de la tierra. Incluso, se admiraba a ciertos animales de ese color. Por ejemplo, el cuervo, que en la Roma antigua era utilizado para la adivinación. Aún no existía el nexo entre el negro y la muerte o el pecado. Fue el cristianismo que lo creó.

-Los colores tienen importancia en política: el negro viste a los fascistas y a los anarquistas?

-También en este terreno hay evoluciones. En Francia, el azul fue primero el color de los republicanos, que se oponían al blanco de los monárquicos y al negro del partido clerical. Sin embargo, poco a poco, el azul se fue corriendo hacia el centro, dejándose desbordar a su izquierda por el rojo, que primero fue socialista y, después, comunista.

-En otras palabras, fue empujado hacia la derecha.

-Después de la Primera Guerra Mundial, el azul se volvió conservador. Y todavía lo es.

Luisa Corradini
Publicado en: La Nación